Cuando te vi por primera vez tenía 15 años casi recién cumplidos. Ese día un frío helado me atravesó, un frío que nunca antes había sentido, un viento natural me acarició la cara hizo que mis pelos fueran en todas direcciones, no los podía contener. Estaba enamorada a primera vista, y por primera vez en mi vida. Mientras te veía con la nariz pegada en el vidrio, mientras intentaba seguirte con la mirada sentía que ni más ojos me iban a alcanzar para poder ver cada detalle.
Nunca me había sentido así, tanto que caminaba por tus calles, por tus bosques, me quedaba mirando el canal, y trataba de musicalizar de la manera más adecuada ese momento. Así que mientras caminaba en compañía del flaco Spinetta y tarareaba algunas canciones, iba suspirando, y pensaba «acá quiero estar». No puedo explicar que fue, bueno, claro que el paisaje es increíble, claro que todos mis sentidos se encendieron al unisono, pero era otra sensación, como de estar en casa.
Tuve que salir a comprobar que me pasaba en otros lugares, anduve viajando, un poco a pie, un poco a dedo, un poco en avión, otro en micro, sola, acompañada… tuve imágenes increíbles ante mis ojos, pero siempre había algo que me traía a Ushuaia. Un día desperté, y no sólo me desperté de dormir, sino que me desperté y me dije «esto así no va más, que hago acá?», y me puse un tema del flaco, y ahí me vine hasta acá cantando «… El alba me sorprenderá con la vista sumergida en el mar, dónde van los colores? A la cerrazón ..»
Tintero Infinito 25-06-19
Por SP